CÁCERES, EXTREMADURA – El próximo 27 de abril, la Comunidad Parroquial San Pedro de Alcántara de Cáceres se vestirá de festividad y fraternidad para celebrar su ya tradicional Convivencia de Pascua, un evento que busca fortalecer los lazos comunitarios bajo el manto de amor, paz y libertad que proclama el mensaje de Jesucristo Resucitado. Este encuentro anual no solo celebra la resurrección de Jesús, sino que también simboliza la unidad de sus seguidores en un amor compartido, en la verdad de una vida nueva inspirada en el Espíritu del Resucitado.
La jornada comenzará a las 12:00 h. con una cálida acogida a todos los participantes, seguida de actividades diseñadas para fomentar el compañerismo y el disfrute entre los asistentes de todas las edades. A las 12:30 h., los juegos y la globoflexia tomarán el escenario, prometiendo momentos de diversión y risas que ayudarán a romper el hielo y fortalecer el espíritu comunitario.
A las 14:00 h., se iniciará la preparación de una gran barbacoa, que precederá a una comida comunitaria a las 14:30 h. donde se servirá paella y barbacoa, platos que prometen deleitar a todos los paladares y convertirse en el centro de un momento de compartir y gratitud. La tarde continuará con música y baile a partir de las 16:00 h., seguido de un bingo a las 17:00 h., donde la emoción y la expectativa de ganar se combinarán con la alegría de estar juntos.
El punto álgido de la convivencia será a las 18:00 h. con la celebración de la Eucaristía, un momento de reflexión espiritual y de encuentro con la fe que subraya la importancia de la comunidad y la solidaridad entre sus miembros. Esta Eucaristía servirá como cierre espiritual a una jornada llena de actividades, pero también como un nuevo comienzo para vivir los valores del Evangelio en la cotidianidad.
Este evento comunitario extiende su invitación a las barriadas de «Reyes Huertas» y de «El Rodeo» de la ciudad de Cáceres, con el objetivo de contagiar el gozo de ser parte de la gran familia de los Hijos de Dios. La Convivencia de Pascua se ha convertido en una efeméride de solidaridad y concordia, un reflejo de la diversidad y la riqueza de la comunidad parroquial que se une en esta celebración.
Además de ser una ocasión para la reflexión espiritual y el encuentro con la fe, la convivencia está aderezada por momentos de diversión, degustación de exquisitos platos y variedad de actividades que aseguran la participación de niños y mayores. Es un testimonio vivo de cómo la fe puede reunir a las personas en un espíritu de alegría y solidaridad, haciendo eco de la fraternidad inaugurada por Jesucristo Resucitado.
