Publicamos las conclusiones de los grupos sinodales que se reunieron el sábado 28 de septiembre de 2024 en el Encuentro Arciprestal de Cáceres con el método de la Conversación en el Espíritu:
El Espíritu Santo, tras la oración y la escucha mutua nos ha sugerido:
1.- Como personas y parroquias:
Que tenemos necesidad de crear comunidades parroquiales. Para ello tenemos que fomentar la cercanía de los sacerdotes con los feligreses y de todos los miembros de la comunidad parroquial para que seamos comunidades acogedoras, cercanas, fraternas que fomentan la escucha y crean espacios que facilitan la vida comunitaria, lugares y espacios para la escucha y la acogida. Fomentando la unidad entre los distintos grupos de la parroquia.
Que tenemos que crecer también en constancia, fidelidad, participación, corresponsabilidad y sentido de pertenencia.
Que nuestras comunidades parroquiales estén abiertas y que y sean acogedoras con los que se acercan.
Que no estemos tan preocupados porque estamos en demasiadas cosas. Lo que nos tiene que preocupar es el estilo con el que estamos, si éste es sinodal, de caminar juntos.
Que estamos preocupados por como atender e integrar en nuestras comunidades parroquiales a los enfermos, ancianos, alejados, jóvenes, a los que viven solos…
Que tenemos que fomentar la oración por los necesitados.
Que tenemos que hacer un esfuerzo por formarnos en sinodalidad y por como ejercemos la autoridad, tanto sacerdotes como laicos con responsabilidades, para evitar el autoritarismo.
Que tenemos que integrarnos y estar presentes, nosotros y nuestras comunidades parroquiales en los barrios en los que vivimos.
2.- Como arciprestazgo:
Que necesitamos mayor cooperación entre las parroquias del arciprestazgo, para ello necesitamos conocernos mejor, participar, compartir recursos, fomentar espacios comunitarios, compartiendo la vida en común.
Que necesitamos formarnos en sinodalidad, para descubrir que la Iglesia es mayor que nuestra parroquia.
Que es urgente la unidad y el respeto a los criterios y acuerdos comunes, para crecer en unidad arciprestal, en corresponsabilidad, y ser creíbles ante nuestros feligreses.
Que se creen estructuras arciprestales de comunión que faciliten la vida en común sin asfixiarla (hay demasiadas convocatorias).
Que seamos capaces de transmitir y dar información sobre lo que se hace y se decide, para que todos puedan conocer.